Sufrimiento emocional perinatal compartido – Estrés en el bebé

 Una clínica del desencuentro

El bebé y las situaciones de estrés

Había leído la tesis del Dr. Pascual Palau Subiela hace algún tiempo, trabajo de investigación inmenso en la base de este libro, luego leí el libro con motivo de este prólogo. La primera vez fui muy admirativa del trabajo realizado, la segunda subyugada por la erudición del autor, por su capacidad de articular saberes a veces presentados como incompatibles y que aquí se asocian para permitir una representación fina y compleja del sufrimiento perinatal compartido y de las situaciones de estrés en el bebé.

El autor nos propone un análisis original y necesario de los efectos de los mecanismos de adaptación y defensas primarias del bebé en situaciones de vulnerabilidad somáticas, psicosomáticas y psicopatológicas.

Situaciones muy diferentes son analizadas, tanto teórica como clínicamente, con historias clínicas que hacen más concretas y sensibles nociones complejas. Estas situaciones constituyen los diez capítulos. En el undécimo hace un resumen de los conocimientos teórico-clínicos más significativos de esta obra, los discute y los pone en perspectiva para concluir. Esta manera de ayudar al lector a comprender bien, es valiosa.

El libro es preciso y erudito, pero el autor nos lleva de la mano y nos permite asimilar fácilmente este conjunto de conocimientos, como si todos fuéramos muy inteligentes, lo cual es una señal de que el Dr. Pascual Palau Subiela no solo es un excelente terapeuta e investigador, sino también un maestro excepcional que nos ayuda a integrar todos estos nuevos datos en torno al bebé, su vulnerabilidad y también sus emociones, sus percepciones y su sensibilidad.

Las diez situaciones analizadas en detalle son las siguientes: el libro comienza con las premisas básicas sobre el sufrimiento de los bebés, luego vienen las diferentes dimensiones del ser bebé en las que subrayaré las concepciones de la atención como sistema multidimensional y las modalidades de adaptación de la función materna. Esta noción ontológica del ser bebé es de recordar y me parece una aportación esencial de la escuela hispanohablante de perinatalidad bien representada y animada por el Dr. Pascual Palau Subiela. Luego aborda los factores agravantes de la diabetes infantil, muy raramente tratados por los psicólogos, así como la parálisis cerebral y el sufrimiento psíquico de los bebés y de sus padres.

El capítulo 5 parece más clásico, pero en realidad abarca tales conocimientos y novedades que se tiene la impresión de redescubrir los desórdenes psicosomáticos de los bebés y los trastornos de las interacciones padres-bebés. Este capítulo es el más leboviciano, si así puedo decir, en la tradición de Lebovici, nuestro maestro que habría amado mucho este capítulo y sin duda todo el libro. Y a Lebovici le gustaba mucho que su espíritu y sus ideas se tradujeran a todos los idiomas, español, inglés, italiano, ruso o rumano… Así que habría estado encantado de ver su influencia en el mundo de habla hispana.

¡Por eso también, gracias Pascual Palau Subiela! En este capítulo, me gustaron especialmente los consejos para «evitar confusiones en psicopatología perinatal» especialmente útiles para los clínicos que somos y para todos los que están alrededor de la cuna del bebé. Nos invita a analizar bien los factores que originan la psicopatología perinatal y a diferenciar los que son intrauterinos o posteriores al nacimiento y, por tanto, inscritos en el entorno del bebé.  En este capítulo me ha gustado mucho también el destino de una mirada: “Creo que la mirada del cuidador, psiquiatra, psicólogo, psicoanalista, educador, médico, etc., que no se detiene ni se desvía de lo valioso y sinceramente amable que “percibe” en el bebé, en el niño y en sus padres, se convierte en el sostén-espejo necesario para que estos desarrollen su confianza en una capacidad propia, sentida, de amarse y disfrutarse» (página 75).

El siguiente capítulo trata sobre el trauma temprano en el bebé debido al sufrimiento maternal. Se trata de la historia de Ana, que padece una anorexia grave y precoz del lactante que obligará a una hospitalización en neonatología y a una atención hospitalaria en equipo. Pascual Palau demuestra con brío la importancia de un abordaje terapéutico plurisdisciplinar para socorrer el mundo emocional parental y del bebé, junto a una psicoterapia de la triada. La atención ofrecida se describe y analiza con una solicitud y precisión que permite seguir el trabajo terapéutico llevado a cabo con pasión tanto con el bebé como con la triada. Nos sentimos afectados por la tristeza y la depresión esencial de la madre que se moviliza durante el trabajo de ayuda psicoterapéutica pudiendo reconocer lo que le sucede y lo que afecta a su bebé.

Aprecio mucho la capacidad del autor de permitirnos entender lo que está pasando con esta madre y esta bebé: «La intensa pérdida de ternura de una madre atrapada en un movimiento defensivo, de supresión masiva de sus afectos» (página 90). No solo es justo y auténtico, sino que se dice con ternura y poesía. Y para la bebé Ana: “El rechazo a alimentarse y el vómito buscan suprimir la experiencia de contacto con el contenido maternal, representante del contenido psíquico inasimilable (página 91). Y ahí está usando la expresión “dejarse morir de hambre con la sonrisa en la boca” para permitirnos entender la paradoja en la que se encuentra Ana. En estos comentarios tanto clínicos como contratransferenciales, he apreciado la precisión de la lengua española que, a diferencia de la lengua francesa, tiene una palabra para decir lo contrario del encuentro «el desencuentro » para dar cuenta de la ruptura entre la necesidad de la madre y la imposibilidad de introyectar un objeto maternal no nutritivo.

En el capítulo siguiente, el autor reflexiona sobre los posibles efectos neurobiológicos derivados del uso de mecanismos psíquicos anti-traumáticos, que el bebé puede utilizar poco después del nacimiento, ante a una experiencia de sufrimiento emocional. Después de exponer un caso clínico, subraya la necesidad de incluir la atención psicoterapéutica padre-madre-bebé/niño en las patologías del espectro autista y en las patologías psicosomáticas que se presentan en los bebés y los niños pequeños (página 97).

El capítulo 8 continúa esta reflexión sobre la psicosomática y el autismo a partir de la situación de Daniel que muestra la importancia de la sensorialidad y la audición. La clínica de las sesiones psicoterapéuticas con Daniel es delicada y nos permite entrar en el mundo interno de este niño de dos años y medio y comprender cómo tratarlo mejor.

El capítulo nueve está dedicado a un encuentro agridulce, el de acoger la vida y anunciar la muerte a través de la historia de vida y muerte de la pequeña Alicia, fallecida a la edad de ocho meses, pero que afortunadamente pudo vivir meses intensos con sus padres. También plantea la terrible cuestión del duelo perinatal a través del trabajo valiente que los padres de Alicia harán después de la muerte de su hija.

El capítulo 10 analiza el sufrimiento emocional temprano y las situaciones de estrés experimentadas por el bebé y sus padres. En los factores analizados, el autor insiste en la cuestión de la desregulación precoz experimentada por el bebé en estas situaciones de estrés. Se hará especial hincapié en la cuestión del estrés emocional en la infancia: factores primarios, secundarios y primer núcleo traumático. Encontramos en este capítulo la influencia de la Escuela Psicosomática de París con los conceptos por ejemplo de depresión esencial o de angustias precoces y sus efectos precoces y desorganizadores… Cincuenta y cinco puntos son tratados aquí como un verdadero diccionario clínico de las dificultades de ajuste y de interacciones tempranas padres-bebé. El último punto es práctico, se trata de demostrar la importancia de hacerse cargo de los padres en presencia y con el bebé, que debe incluirse desde los primeros momentos de la intervención terapéutica. En esto también coincide con las recomendaciones de Serge Lebovici que insistía en los efectos directos de las intervenciones sobre los bebés, pero también sobre cómo la presencia del bebé modificaba la sesión terapéutica y sus efectos sobre cada uno, los padres, el terapeuta. Clínica, interacciones y contra-transferencia son totalmente modificados e intensificados por la presencia del bebé. De ahí el aspecto idolátrico del bebé que a veces se reprocha a los especialistas de los bebés.

Antes de terminar este prólogo, quisiera decirles también que el Dr. Pascual Palau Subiela es un hombre y un profesional de lo colectivo y de los intercambios internacionales, lo que a mis ojos es una inmensa calidad y una garantía de generosidad y de clínica excepcional.

En el año 2005, en el contexto de la promoción solidaria de la salud mental perinatal e infantil, creó la Asociación para la Salud Mental infantil desde la Gestación (ASMI), filial española de la Association for Infant Mental Health (WAIMH), dándole vida y asegurando su sostenido crecimiento. Después, en el año 2020, creó la Alianza Hispanohablante por la Salud Mental Perinatal y de la Familia “Conecta Perinatal” que permite que las personas, ideas, conceptos y cuidados perinatales viajen en el mundo hispanohablante.

Gracias a la unión de muchas instituciones españolas, europeas e hispanohablantes solidarias, ha podido desarrollar acciones decididas y eficaces en la mejora de la salud mental perinatal y de la familia en diferentes países.

Por todo esto y mucho más, ¡Gracias! Hay que leer este libro, bueno y necesario, de manera urgente y para ser mejores en el cuidado de la salud de los bebés y de sus padres y de las mujeres embarazadas, tanto al nivel de la prevención como de los cuidados en el periodo perinatal. ¡También nos ayudara a ser mejores al nivel de nuestras sociedades y del mundo porque la manera de tratar los bebes y sus familias es un índice de bienestar de una sociedad!

Marie Rose Moro, MD, PhD

Profesora de Psiquiatría de Niños y Adolescentes

Université de Paris cité

www.marierosemoro.com